El Reiki es un tipo de terapia alternativa que implica la práctica médica ritualizada de “imposición de manos”. Aunque mucho más discreto que la práctica evangélica estereotipada de la imposición de manos, el Reiki implica, sin embargo, la supuesta transferencia de energía con el practicante como conducto. Esta forma de curación energética se utiliza como terapia complementaria y alternativa para ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad y mejorar el bienestar general.
La palabra “Reiki” deriva de las palabras japonesas “rei” (universal) y “ki” (energía vital). Supuestamente, esta energía universal o ki tiene efectos curativos.
Durante una sesión de Reiki, un sanador holístico se centrará en la respiración sin restricciones y aplicará movimientos de las manos a su cuerpo completamente vestido en un entorno relajado. El Reiki tiene muchos seguidores entre las personas que practican la medicina integral, y se utiliza a menudo para tratar el estrés.
Aunque una encuesta reveló que aproximadamente 1,2 millones de adultos en EE.UU. habían probado el Reiki durante el año anterior, la práctica es algo controvertida. Hay pocas pruebas de su eficacia de los simbolos reiki usui y es difícil realizar estudios sobre su uso e impacto.
Técnicas de Reiki
Hay varios tipos de técnicas que se utilizan como parte del Reiki. Estas incluyen
- Radiación
- Centrado
- Despejar
- Enfocar
- Infundir
- Rastrillar
- Suavizar
Cómo practicar
Antes de comenzar con el reiki, normalmente te reunirás con tu practicante para hablar de lo que esperas conseguir. Hablarás de cualquier síntoma específico que puedas estar experimentando, así como de cualquier área en la que te gustaría centrarte o evitar.
- Una sesión de reiki suele durar entre 20 y 90 minutos.
- Durante la sesión, te sentarás en una silla o te tumbarás en una mesa mientras estás completamente vestido.
- El entorno en el que se desarrolla la sesión debe ser tranquilo y relajante.
- Si le ayuda a sentirse más cómodo, es posible que se ponga música durante la sesión.
- El profesional pondrá sus manos en diferentes zonas del cuerpo durante unos dos o cinco minutos en cada lugar.
Los profesionales sugieren que las manos se calienten a medida que la energía fluye hacia el paciente. Durante la sesión, se le anima a permanecer relajado, pero no hay presión, masaje o manipulación física.