7 Consejos Que Le Ayudan A Enseñar Su Mejor Clase De Yoga

El yoga es más popular que nunca. Cada minuto se abren nuevos estudios de yoga. La gente se siente bien, se ve bien y se entusiasma por compartir su amor por la práctica. La enseñanza del yoga se ha convertido en el nuevo trabajo “IT”. Te da la oportunidad de viajar y conectar con un montón de gente. Como profesor de yoga, ¿Como armar una clase de yoga? ¿Cómo se puede destacar? ¿Cómo consigues que la gente venga a tus clases y las comparta con otros?

Lo que tienes que averiguar es qué quieres ofrecer a tus alumnos y cómo puedes servirles mejor. La mejor cita que he escuchado es “Tú +Yoga = ¿Qué?”. ¿Cuál es tu cualidad única que hace que el yoga contigo sea una experiencia extraordinaria? Puede tratarse de una clase inspiradora y divertida o de una práctica meditativa de gran relajación. ¿Qué quieres ofrecer al mundo a través de tus enseñanzas de yoga? Hay 10 consejos que me ayudaron a tener claro y enfocado cómo puedo servir a mi comunidad a través de mis enseñanzas de Yoga.

1. Mantener una práctica regular de yoga

Reserva al menos 3 veces a la semana para sacar tu esterilla. Pueden ser tan sólo 10 minutos. Prográmelo en sus tareas cotidianas, como hacer la compra o lavar la ropa. Todos dedicamos tiempo a mantener nuestros automóviles, bicicletas y casas, así que ¿por qué no es igual de importante mantener tu salud y bienestar?

2. Si puede, lleve su yoga a un nuevo lugar

Puede ayudarle a cambiar su perspectiva. Practique en un parque o en la playa o incluso en una habitación diferente de su casa. Pruebe a practicar con los ojos cerrados o intente una práctica sin saludos al sol. Amplía tu conciencia para incluir las posturas con las que ves que tus alumnos tienen problemas. Incorpora estas posturas a tu práctica. Busca formas de enseñar las posturas más difíciles de manera más efectiva.

3. Conecta con tus alumnos

Crea una página de fans en Facebook. Se trata de un punto de aterrizaje central donde tus alumnos pueden encontrarte y hacer preguntas. Aumenta tus posibilidades de atender a más alumnos. También puedes preguntar a tus alumnos qué les gustaría ver en tus clases. Plantea preguntas y sé social fuera del aula.

4. Tenga un plan de clase

pero esté preparado para desviarse del plan si lo necesita. En tu plan, asegúrate de utilizar poses que puedas modificar. 5. Consigue un bolígrafo y un papel o, mejor aún, un diario y llévalo a tu esterilla. Elabora tus flujos en persona. También es bueno tener una clase de referencia en tu arsenal de enseñanza para que cuando estés cansado o estresado o sustituyendo la clase en el último minuto tengas una clase que siempre funcione. También es genial guardar notas después de la clase sobre las preguntas que surgieron o las cosas que no funcionaron en tu clase para que puedas examinar cómo mejorarlas.

5. Consigue una buena formación

Aprenda a impartir realmente una clase de todos los niveles. Asegúrate de que hay algo en tu clase para todos. Tómate el tiempo de averiguar cómo modificar las posturas probando estas posturas en tu propia práctica personal.

6. Conecta con tus alumnos

Llega pronto a tus clases y quédate después para que los alumnos sepan que pueden acudir a ti con sus dudas o preguntas. Sé accesible y accesible como profesor. Conoce a los estudiantes donde están, porque los profesores de yoga pretenciosos, santurrones y sentenciosos terminan sin estudiantes. Quieres potenciar, no disminuir, tus enseñanzas.

7. Aliente a los que están luchando

Una palabra amable o un cumplido es de gran ayuda para construir la confianza de alguien y hacer que una persona que puede sentirse un poco fuera de lugar en una clase de yoga sienta que pertenece o es aceptada. Tus alumnos quieren ser vistos por ti. A la gente le puede dar miedo entrar en el estudio. Hacer que se sientan bienvenidos contribuye en gran medida a que tus alumnos se suban a sus esterillas con regularidad.

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