Cuando se trata de ir de compras, es fácil dejarse llevar: algunas prendas son tan baratas hoy en día que casi parecen demasiado buenas para ser verdad. Y a menudo lo es.
La moda rápida se llama así por una razón, y a menudo, la ropa que ves en las tiendas de la calle principal no está hecha para durar unos meses y mucho menos años. Hoy Revista Ombligo está aquí para compartir sus mejores consejos sobre cómo comprar ropa que dure la prueba del tiempo para ayudarte a empezar a sacar más provecho de tu armario hoy mismo.
1. Sé selectivo con las tiendas
Todos sabemos que algunas tiendas son conocidas por su calidad, mientras que otras, francamente, no. Si la calidad es una prioridad para ti, vale la pena considerar lo que representa la marca. Siempre que sea posible, hay que evitar las tiendas baratas que se dirigen a un público joven y que responden a tendencias que cambian rápidamente.
En su lugar, opte por las marcas que se enorgullecen de su calidad. Suelen estar dirigidas a un público más maduro y se centran en estilos clásicos que duran más que en piezas de moda rápida.
2. Crea tu propio estilo
A no ser que tengas un presupuesto ilimitado, cambiar a la calidad suele significar que no podrás estar tan «a la moda». El problema de las tendencias es que van y vienen. Para seguirlas, las tiendas de moda deben producir sus prendas muy rápidamente: el énfasis está en que se vean bien, no en que duren mucho. De hecho, como las tendencias son tan efímeras, la ropa no necesita ser duradera en absoluto.
Si te tomas en serio la construcción de un armario lleno de ropa de calidad, probablemente tengas que empezar a alejarte de las tendencias. En su lugar, crea tu propio estilo, tu propia tendencia.
3. Pagar más para conseguir más
Como la mayoría de las cosas buenas, la ropa de calidad tiene un precio. Invertir en calidad es exactamente lo que pone en la lata: una inversión. Tendrás que invertir más dinero, pero los costes se repartirán a lo largo de muchos años, lo que significa que puedes acabar gastando menos en total.
Para que la calidad sea asequible, lo mejor es alejarse de las tendencias, que suelen ser más complejas y hacen subir los precios. En su lugar, invierte en básicos de alta calidad y bien hechos para formar un armario cápsula lleno de piezas que te sienten y te parezcan estupendas.
4. Cambia tu mentalidad
Comprar con calidad tiene que ver tanto con la adopción de una nueva mentalidad como con el cambio de estilo de vida. Si estás acostumbrada a comprar piezas de bajo presupuesto como un «capricho» casi semanal, y no piensas en si realmente necesitas ese nuevo top o no, ¡puede que el cambio te resulte difícil!
Comprar con calidad significa abstenerse de las compras impulsivas y evaluar a fondo todo lo que se adquiere. Hazte preguntas antes de sacar el bolso: ¿realmente lo necesito? ¿Con qué frecuencia me lo voy a poner? ¿Es práctico? ¿Tengo ya algo parecido? Esto te ayudará a tomar una decisión informada cada vez que compres.
5. Comprueba siempre las etiquetas de cuidado
¿Quieres empezar a priorizar la calidad pero no sabes por dónde empezar? Las etiquetas de cuidado son siempre un buen punto de partida. Las etiquetas de cuidado no sólo tienen instrucciones de lavado, sino que también te indicarán la composición del artículo en cuestión.
Por regla general, los tejidos naturales, como el algodón, el lino, la lana y la cachemira, son preferibles a los tejidos sintéticos. Los tejidos sintéticos, como el nylon y el poliéster, contienen en realidad plástico. No sólo no duran tanto, sino que tienen un aspecto más barato y son más ásperos contra la piel.
6. Comprueba las costuras
Si no estás acostumbrado a comprar ropa de calidad, puede que te cueste identificar lo que está bien hecho de lo que no lo está. Además de gastar más y comprar en diferentes tiendas, hay otras cosas en las que puedes fijarte.
Si has encontrado un top que te gusta en una tienda de moda, pero te preocupa que la calidad no sea la adecuada, comprueba las costuras: deben ser uniformes y tensas. Tira suavemente de las costuras y asegúrate de que no hay huecos. Los hilos sueltos también son una señal de alarma evidente.